domingo, 16 de enero de 2011

Pareciera ser un domingo cualquiera

En cada relámpago (significante sonoridad que tiene esa palabra) una fotografía de la ciudad es tomada, como si fuéramos la maqueta del cielo, quien de nosotros espera una actuación. Al fondo de toda esta conexión, el noticiero advierte sobre el alerta meteorológico. Pero yo, ingenuamente prefiero creer lo que un anciano moreno del Brasil me dijo a la edad de mis seis años: "Não precisa ter medo da chuva, não. Porque esta é a bênção de um deus"