Sé que no estás escuchándome
pero entiendo que detrás de la pared
está el mudo silencio
acurrucando todas mi palabras
que expresan la completa
libertad:
te amo, te amo,
y quiero amarte de a poco
quiero que mi voz te resulte familiar
y que entre tus dientes esté mi nombre
sólo por un momento,
para que después me abraces el alma
y nos digamos adiós.