jueves, 10 de marzo de 2011

Tampoco es que te amo, es pura huevada esto.

¿Sabés por qué me cuesta? Porque hay palabras determinadas que si las menciono, en vano sería cualquier metáfora, dejando al descubierto mi pequeño amor, gran obsesión, por vos. Ya está, me las cagaste. ¿Me entendés a lo que voy? Más obvio que esto, no, no puedo serlo. Me pongo tímida, juego con mi pelo, me río mucho, así soy cuando estás a un centímetro mío. Cuando la cruda verdad es que: hablo por los codos, tengo un humor ácido, y lloro seguido. Hasta me da miedo decir que me encantan tus ojeras, tu pasión por la birra, y tu futuro cancer por el tabaco (me toco la teta izquierda). Acá tenés a tu hermosa descripción. Me dejé en evidencia, lo acepto soy culpable. Si bien podría estar hablando de tantas personas! Pero no. Aquel que está en mi cabeza sos vos, y siento que cualquier cosa que diga está predestinada a realizar un eco con tu nombre.
Cuando Blog era un nene de tres años, Facebook quizás un feto y Twitter un óvulo por fecundar, sí, hace par de añitos, yo te cantaba las mañanitas vía red social. Mencionaba cada ínfima cosa que sabía que no sería leída más que por dos dedos de la mano. Ahora con este boom, siquiera el más anónimo es capaz de conservar un vago amorío. Me fui de tema lo sé. Toda esta entrada solamente porque quería mencionar la palabra maní y no me dejás. Chau, ya está, lo sabés, me gustás, un poco.

Edit mucho tiempo después: Sta Bimbo dice: "como me gusta el hijo de puta" pensarlo es una buena pista para salir corriendo".